Si queréis, podéis encontrarme por:

miércoles, 8 de abril de 2020

Mi hogar está en Pompeya


"It's so hard to be together, 
and I try, and I try..."
-Chemical prisioner, Falling in Reverse

Me preguntó dónde vivía, si era real, si había yo vivido.
Le respondí que mi hogar es el tormento,
porque mi amparo solo me ocasiona perjuicios,
y esta es la mayor herida que tengo:
bienvenido seas al infierno de mi paraíso.

Me hizo escribir
sobre la empatía de otros versos,
para poder sentir
cada palabra que no me guardo.

Se agotarían los números del universo
si a alguien se le ocurriera contar
las veces que "en serio" me he jurado
"esta es la última que te escribo".
Y antes de que mi alter ego
te confesara: eso es impropio de mí;
anonadado se encontraría
si yo admitiera
que a pesar del tiempo, no te he superado.

Le dije que la segunda cosa más cierta
que he escuchado en mi vida
salió a modo de bala de tu boca,
como si muerto por insomnio
disparases una verdad
cargada de desdén y odio,
pero cierta al fin y al cabo.

Y me agarré a esa verdad
como un enfermo de cáncer
intenta aferrarse a la vida,
porque encuentro refugio
en todo lo que me hace daño.

Mi amor se perdió en la guerra.
Mi amor en la guerra perdió la valentía.
Mi amor no tuvo coraje ningún día de su vida.

Mi amor enterró al perro y se enamoró de la rabia.

Desde que dejé de esperar a mi amor,
ay... mi amor,
cuando te marchaste se paró el reloj.
Desde que se fue mi amor no necesito rayar arañazos en tu piel desnuda,
ni que me den besitos en la columna
ni que me deslicen mentiras con la lengua.

Que se la traguen.

Le dije que queda una semana para tu cumpleaños,
y no te echo de menos.

No he vuelto a mentirle.

Le juré que en ti me hundiría,
hasta en tu saliva sin saber nadar,
sin miedo a ahogarme.

No quiero que me hablen de "otras circunstancias".

Mis manos se rompen cada vez
que se les escapa un enigma,
he vivido donde más me dolía,
he escuchado cómo mis órganos se destruían;
encuentro yo siempre el camino
que no aparece en ningún mapa:
el que me dirige a la locura de tus labios,
arrastrándome a la cordura de echarte en falta.

En mis cicatrices más profundas,
aún calientes, incluso por ti algunas,
se hicieron patentes mis temores,
lo que el tiempo no ha curado,
las falsas ilusiones, el rencor a mis rincones,
las mentiras que mi sufrimiento han aliviado.

Me he enfadado con el mundo
porque me entristece y me enferma,
porque mi cuerpo es más frágil de lo que creía
pero sigo maltratándolo,
porque encuentro refugio
en todo lo que me hace daño.

Me dijo que él sabe cuándo sí
aunque yo le diga no, no, no.

Su mayor secreto es la solución
para esta cuerda que me asfixia.

Sé que me quiere tibia.
Pero sabe que yo a ti no.

Porque mi hogar
está en Pompeya,
porque no puedo contar
lo que me hace sentir ella,
y nadie logró captar
el SOS en mi botella,
porque encuentro refugio
en todo lo que me hace daño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario