Llenar de amor un corazón de hielo,
llegar a mi vida de sorpresa,
parar por ti la Tierra,
convertirte en el epicentro
de este terremoto endemoniado mío.
Desarrollar el don que tienes
de convertir cualquier nimiedad
en un un recuerdo que durará siempre:
En mi mente está grabada
la luz que irradiabas
aquel día, en aquel puente.
Quiero dedicarte los versos
más bonitos que escriba;
sentir tu piel, dormir en tu pecho;
despertarme al amanecer
y tener al lado tu carita;
observar tus pestañitas rubias,
las de esa dulce mirada tuya
que cada día me conquista.
El amor es el brillo de mis ojos
cuando te miro, y te saco fotos
en las que por muy bien que salgas,
la belleza de tu semblante no entra.
Tantas palabras en el diccionario
y para mí aún no existe la correcta.
Ahora se ha tornado un calvario
dar con la manera de hacerte saber
la vida que quiero vivir contigo:
como llevarte a diario el desayuno
a la cama, y todos los días darte
un vasito lleno de besos con
un poema tonto que te recito.
Pero necesito dar con uno a tu altura;
por eso te dedico los que no son míos.
Tengo la necesidad de que entiendas
que mi amor por ti es sincero
aunque demostrarlo no sea sencillo.
En mis libros de diez euros
atesoro como un as en la manga
las frases que se me atascan
y los poemas que te dedico.
Voy a conocerte cien veces
aunque "no me conozcas de nada".
Voy a decirte que te amo de mil maneras
y no vas a poder sino creerlas.